Este tipo de divorcio puede proceder cuando alguno de los o las cónyuges incurrió en una violación grave de los deberes y obligaciones que les impone el matrimonio, o de los deberes y obligaciones para con los hijos o hijas, que torne intolerable la vida en común. Dentro de estas causales se encuentra la violencia intrafamiliar, infidelidad, abandono, alcoholismo, drogadicción, entre otras.